domingo, 19 de diciembre de 2010

A NADA DE NAVIDAD...

Sí, esas fechas que dividen a la sociedad están a punto de llegar y debo confesar que yo me encuentro en el lado de la balanza que odia estas fechas.

Siempre me han parecido hipócritas y la falsedad e hipocresía son dos características que no consigo tolerar, en cuanto detecto una pincelada de algo de esto, salgo por piernas, no quiero ni de lejos que me roce.

Ambiente recargado, lleno de brillos y sonrisas a diestra y siniestra, alfombras rojas... emulando los Oscar, señores gordos con barbas de algodón. Que paradoja, en esta sociedad tan preocupada por el físico y la obesidad, resulta que uno de los señores más queridos es un gordito con cara de simpático, que no tiene derecho a enfadarse jamás y que pese a venir de Laponia donde se supone que hace un frio de cojones, tiene unos saludables coloretes que yo no consigo ni con el mejor de los coloretes de Chanel en el que por cierto he invertido un elevado número de euros, total para nada, porque si pretendía emular a este gordito con su aspecto amigable, la llevo clara, esos colores sólo se consiguen con mucho cocido, del de puchero y del etílico, todo sea dicho, y unas pinceladas de Titanlux.

En fin, que debo ser un bicho raro, porque resulta que mientas todo el mundo se siente mejor con el espíritu de la Navidad, a mi me entran unos retortijones y una mala hostia que, compadezco a todos los que me rodean en estas fechas...

Menos mal que, lo asumo, soy consumista y me gustan los regalos, hacerlos y recibirlos y por lo menos tengo un incentivo para pasar el rato, buscando regalos acertados para todos los que día a día, no sólo en Navidad me rodean.

Señores del Marketing un ruego ya que tanto empeño ponen en explotar comercialmente estas fechas... DEJEN DE PONER EL ANUNCIO DEL ALMENDOR, por Dios!!! que el señor que VUELVE A CASA, VUELVE, debe estar viniendo desde otro planeta y marcha atrás, porque no me lo explico!

FELIZ NAVIDAD!